27 de marzo de 2011

Desconocido

Querida amiga, me preguntaste por el amor, lo que era y lo que esperaba de él.
No supe contestarte, pensé muchísimo y por eso el motivo de la carta.
Podrás preguntárselo a muchas personas, algunas te dirán la definición exacta sacada de un diccionario, otros algunos versos del mismísimo Shakespeare, quizá la letra de alguna canción, tal vez te den la lista de las mejores películas de amor donde puedas ver un espejismo de ello… ¡Dios sabe!, pero pocos de verdad te dirán que es un sentimiento que apenas se puede explicar hasta que lo vives.
Cuando la lógica se queda a un lado, cuando esa pasión es tan fuerte que es capaz de derribar las murallas que hemos levantado para proteger nuestro corazón, la felicidad que te invade cuando despiertas a su lado y te sientes la persona más afortunada.
Pensamos mucho en el amor, nos gusta el poder que tiene de cambiarlo todo y la forma en la que nos define.
A veces hay personas que buscan el amor, la idealización irreal del amor, quieren vivir eso que imaginan o creen que es el amor.
Los amores de verano, cuando tienes la misma sensación del final de la estación, cuando los días pierden poco a poco más luz, y las tardes desfallecen desde mucho más temprano, y las noches se vuelven largas y tristes, y los besos, antes plácidos y tranquilos, ahora se agitan, se angustian y duelen, porque saben que se acaban, que se consumen.
¿Qué es el amor? Pocos lo saben de verdad y la mayoría dicen que no pueden explicarlo ni con todas las palabras del mundo, que cada persona lo siente a su manera, solo lo sabrás cuando lo sientas.
Y yo, aún no lo he sentido.

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