29 de enero de 2012

A.

Creo que no hay peor enfermedad que la del olvido. La de no saber quien eres, el tiempo te ha quitado recuerdos y por quitarte, te ha quitado hasta la identidad.
Pero cuando hay un pequeño instante de lucidez, y vuelve a ser la misma de siempre, compensa.
Compensa las veces que le hablas como ella te hablaba hace 10 años.
Y cuando se va de nuevo, recuerdas por ambas.