16 de enero de 2011

La tribu

¿Recuerdas cuando eras pequeño? Creías en cuentos de hadas, los reyes magos, papa Noel y el ratoncito Pérez.
Fantaseabas sobre cómo sería la vida, te echabas sobre la cama y te abandonabas en tus sueños.
Los sueños parecían tan reales, estaban tan cerca que los podías saborear, pero crecemos y un día abres los ojos y todos esos sueños han desaparecido.
A veces recuerdas las navidades de tu infancia, cuando la esperanza, los sueños, la fe… estaban tan implicados en tu vida que no te imaginabas otra manera de vivir que la que tu concebías; que diferentes son las navidades con el paso de los años…
Hace 40 años, los Beatles preguntaron de dónde provenía tanta gente sola.                                    
Es una contradicción pensar que durante las fiestas que se aproximan donde la familia se reúne y estás rodeado de gente, los expertos piensen que esa unidad familiar sea el motivo por la que las depresiones aumentan y a su vez los números de suicidios disminuyan.
Un proverbio dice que no puedes escoger a tu familia, aceptas lo que te ha deparado el destino y te guste o no, lo quieras o no, lo entiendas o no, la aceptas; pero hay una corriente de pensamiento que afirma que la familia en la que naces solo es un punto de partida, te preparan para el mundo que hay fuera de sus paredes hasta que estás listo para salir y encontrar tu propia familia.

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