7 de junio de 2011

Daydreamer.

Y en este, mi mundo actual de desasosiego, en el que la tranquilidad desaparece de mi vida poco a poco, sólo vuelve de nuevo cuando estoy en casa. En ese sitio del que estaba deseando salir hace unos años, ser independiente, conocer gente y lugares nuevos, crear tu propia vida, solía decir.
Escucho en el Ipod, una de esas listas tituladas tranquilas/tristes, ¡hay que ser masoquista!. Ahora estoy en el tren, con la mirada pérdida pero fija en la ventana, y sólo veo una manta de olivos allá por dónde miro y las gotas de lluvia que se escurren por el cristal.
Y ese tren, no sólo te lleva al destino elegido, a mi en particular, a casa, pura tranquilidad.

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