25 de abril de 2011

Heridas

He visto como unos dedos largos y helados acariciaban lentamente mi pecho, he sentido su beso de escarcha y el vacío que iba dejando mientras me recorría.
He respondido bien, aunque estaba muriéndome por dentro, maldito orgullo.
He notado heridas en sitios recónditos, heridas que a veces no se curan, de esas que nos acompañan a todas partes. Me han dolido sitios que ni siquiera sabía que tenía dentro de mí.
Y mientras tanto, sin saber cuánto durará esto, llegará el momento en el que volveré a recomponerme y esas heridas tal vez se vuelvan cicatrices.



No hay comentarios:

Publicar un comentario